Ají seco

1.   Antiséptico.

2.   Elimina los dolores.

3.   Regula la circulación de la sangre.

4.   Fortalece el corazón, las arterias y los nervios.

5.   En forma de polvo ayuda a curar heridas y destruir los gérmenes.

6.   También ayuda en las infecciones de las encías y los dientes.

 


El ají picante posee en su contenido silicilato y capsaicina, sustancias que alivian los dolores que provocan las enfermedades reumáticas y las neuralgias que generalmente atacan seguido a 
la tercera edad.

 

El consumo de este alimento incrementa la circulación periférica y disminuye los valores de presión arterial, es rico en cantidades de vitamina C y A, y contiene bioflavonoides, que son necesarios para el correcto crecimiento celular y son contribuyentes de la elasticidad en la parte interior de los vasos sanguíneos.

 

Puede provocar irritación en la piel, por lo que se debe evitar el uso prolongado de la planta y no se recomienda por vía oral ni aplicar sobre piel irritada, desgarrada o en áreas en las que se hayan producido quemaduras, en zonas donde se aplique una almohadilla eléctrica o después de un ejercicio extenuante o sobre pieles o zonas sensibles (cerca de ojos, órganos sexuales por ejemplo).

 

La sobre dosificación puede provocar irritación de piel y mucosas, llegando a ser vesicante (aparición de ampollas). El uso prolongado sobre una misma área, puede causar daños en las células nerviosas. La inhalación del producto puede provocar alteraciones en el sistema respiratorio y es muy importante lavarse las manos con agua fría y jabón tras su aplicación.

El uso y consumo del Ají picante, se debe hacer con mucho cuidado y debe ser excluido de las personas que tengan problemas de estómago, hígado, vías urinarias y trastornos de hemorragias, ya que empeoran las enfermedades, por ser el ají muy irritante

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